lunes, noviembre 5

Nota Editorial : La Identidad Chalaca.- Su emblema colores e himno


LA IDENTIDAD CHALACA: SU EMBLEMA, COLORES E HIMNO

 

A través de la historia de la humanidad, las civilizaciones identificaron sus terruños, o sea su tierra natal, procedencia, circunstancias varias, etc., con dibujos, símbolos, alegorías y/o emblemas asociados a su medio geográfico. Paulatinamente este concepto fue evolucionando y se agregaron imágenes de sus actividades principales como batallas, actividades productivas, animales, herramientas, armas y personajes que encarnaban hechos trascendentales en su evolución histórica, de su devenir cultural.
Representación pictórica rupestre en la Cueva de Altamira (España)
Nuestro país no es ajeno a esta forma de expresión y lo vemos en las simbologías preincaicas e incaicas, de las diversas culturas que florecieron en nuestra historia durante el acontecer de miles de años. Asimismo, al iniciarse la conquista en nuestro continente vemos cómo los colonizadores también trajeron sus enseñas o pendones y escudos de armas, que los identificaban a ellos mismos e identificaban al titular de turno de la corona del reino o reinos que por entonces coexistían en La Península.
Representaciones de las Líneas de Nazca
Los tiempos pasaron y las ciudades fundadas por los españoles, así como también aquellas otras creadas posteriormente, hicieron de esta forma de identificación su representación nacional en banderas y escudos institucionales, en los que asignaron, igualmente, a los colores de sus emblemas la representación de su historia.
 
Personaje de la Conquista Española con vestimenta de la época y escudo de armas
No podemos como peruanos dejar de mencionar la historia de nuestro país a través de los colores rojo y blanco de nuestra bandera nacional, creada en Pisco por el Libertador, Generalísimo don José de San Martín, mediante decreto del 21 de octubre de 1820... “Dividida por líneas diagonales en cuatro campos, blancos los dos de los extremos superior e inferior, y encarnados los laterales, con una corona de laurel ovalada, y, dentro de ella, un Sol saliendo por detrás de sierras escarpadas que se elevan sobre un mar tranquilo".
Primera Bandera Peruana
Nuestra segunda bandera fue establecida durante el protectorado por el supremo delegado don José Bernardo de Torre Tagle y Portocarrero (1779-1825), lV Marqués de Torre Tagle, por decreto del 15 de Marzo de 1822... “La Bandera Nacional del Perú se compondrá de una faja blanca transversal entre dos encarnadas de la misma anchura, con un Sol también encarnado sobre la faja blanca.” Modificada por Decreto Supremo del 31 de Mayo de 1822, por una “... de tres listas verticales o perpendiculares, la del centro blanca y las de los extremos encarnadas, con un Sol también encarnado cobre la lista blanca”.
 
Segunda Bandera Peruana
Finalmente, el primer Congreso Constituyente del a República reunido el 24 de febrero de 1825, a propuesta del prócer Francisco Javier Mariátegui y Tellería (1793-1884) “...votó y aprobó que se adoptasen por la República del Perú, la Bandera, Estandarte y Escarapela designados por el Decreto Provisorio...” (De Torre Tagle, a 31 de Mayo de 1822).
Esta Ley promulgada por don Simón Bolívar el 25 de febrero de 1825, estableció: “El Pabellón y Bandera Nacionales se compondrán de tres fajas verticales, las dos extremas encarnadas y la intermedia blanca…”
La tercera y definitiva Bandera Peruana
El primer Escudo de Armas del Perú fue concebido por el Generalísimo don José de San Martín, mediante el mismo Decreto de 21 de octubre de 1820, que creaba la Bandera Nacional, diseñando al Escudo como “...una corona de laurel ovalada y dentro de ella el Sol, saliendo por detrás de sierras escarpadas que se elevan sobre un mar tranquilo. El Escudo puede ser pintado o bordado, pero conservando cada objeto con sus colores, a saber: la corona de laurel ha de ser verde, y atada en la parte inferior con una cinta de color oro; azul la parte superior, que representa el firmamento; amarillo el Sol con sus rayos; las montañas de un color pardo oscuro, y el mar entre azul y verde”.
Primer Escudo Peruano
El 25 de febrero de 1825, el Congreso Constituyente del Perú, presidido por don José Gregorio Fernández de Paredes y Ayala (1778-1839), dicta nueva Ley estableciendo lo siguiente: "Considerando que es necesario fijar el escudo de armas que distinga a la Nación, se decreta: Las armas de la Nación Peruana constarán de un escudo dividido en tres campos: uno azul celeste a la derecha, que llevará una vicuña mirando al interior; otro blanco a la izquierda, donde se colocará el árbol de la Quinua, y otro inferior y más pequeño, en que se verá una Cornucopia derramando monedas, significándose con estos símbolos las preciosidades del Perú en los tres reinos naturales.
El Escudo tendrá por timbre una corona cívica, vista de plano, e irá acompañado en cada lado de una bandera y un estandarte de los colores nacionales".
Segundo Escudo Peruano
Finalmente, luego de su establecimiento en 1825, el escudo fue ligeramente modificado mediante el Decreto Ley Nº11323 dado el 31 de marzo de 1950 por don Manuel A. Odría Amoretti (1897-1974), entonces Presidente de la Junta Militar de Gobierno.
Tercer y definitivo Escudo Peruano
El escudo de nuestra capital fue otorgado a Lima el 7 de diciembre de 1537 a solicitud del regidor limeño don Hernando de Cevallos, y conferida por Real Cédula firmada en Valladolid por el Emperador Carlos V y su madre, la Reina Juana la Loca, hija de los Reyes Católicos Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Fue diseñado y escrito en pergamino de cuero y estampado con el real sello de cera de S.M. y firma de su real nombre; luego, guardado en el Archivo del Cabildo. La Cédula ha sido transcrita en el libro 3ro. de Cédulas y Provisiones, 1a. parte, folio 17 correspondiente al Archivo del Municipio de Lima.
Las letras situadas fuera del blasón “IK” son las iniciales de Ioana y Karolus, Juana y Carlos. Junto con las estrellas de los Reyes Magos en su orla lleva como divisa en latín: “Hoc signum vere regum est”, traducido al castellano: “Este es el verdadero signo de los reyes”. Protocolarmente llaman a Lima "La muy Noble, muy Insigne y muy Leal Ciudad de los Reyes del Perú". La Lima de entonces, o Tres Veces Coronada Ciudad de los Reyes del Perú, como se le conocía, debió su apelativo al hecho de haber sido fundada el 18 de enero (1535) del antiguo calendario, el juliano -antecesor del actual, el gregoriano-, día en que por aquellos tiempos ya correspondía con la festividad de Epifanía, y de los Tres Reyes Magos, según la tradición católica.
Las águilas de y a ambos lados muestran el poderío del reino mientras que las coronas representan a los reyes protectores. La estrella grande encima de las cabezas de las águilas es la estrella que predice el destino. El color amarillo del pendón de la ciudad representa la religión católica. El gonfalón de la ciudad es del mismo color que el pendón del Santo Padre Jefe de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Las tres coronas, repetimos, son por las tres veces coronada Villa, que religiosamente induce a la presencia de los tres Reyes Magos, con la estrella que se encuentra encima de las tres coronas. La estrella de Belén es muy simbólica por la naturaleza católica y apostólica de los Reyes de España.
Escudo de la Ciudad de Lima
En cuanto a nuestro escudo chalaco, símbolo permanente adoptado en 1936,  por el historiador Dr. Teodoro Casana Robles, y declarado Emblema Oficial con motivo de celebrarse el primer centenario de la autonomía política de la Provincia Constitucional del Callao,  tiene su origen en la primera medalla del Callao conferida según decreto del 21 de setiembre de 1821, dado por el protector don José de San Martín, a raíz de la capitulación de las tropas del General Rodil acantonados en la fortaleza del Real Felipe, se concibió la idea de hacer perdurar este acontecimiento mandando acuñar medallones en la Casa de la Moneda, ubicada en Lima (1826). El emblema se descifra de la siguiente manera: un círculo dentro del cual va un torreón del Castillo sosteniendo una asta en la que flamea el Pabellón Nacional; el Astro Rey relumbra radiante por doquier y, el mar, que se asoma tranquilo, confirma como acto de fe las glorias de un pueblo valeroso. La Bandera Nacional representa sobre el torreón el episodio de la capitulación de la fortaleza del Real Felipe; o sea el último baluarte en la América del Sur de la dominación española; el Sol de la Libertad alumbra radiante la causa justa de la Independencia; los laureles significan también Libertad, Victoria, Heroísmo y Paz.
El escudo diseñado por el Libertador Simón Bolívar en febrero del año 1826 fue corregido como testimonio perdurable de la hazaña de los patriotas en el sitio del Callao.
Medalla de reconocimiento al Callao (1826)
Posteriormente, el 8 de marzo de 1834, luego del Decreto de la Convención Nacional ocurrido el día 7 del mismo mes, el mariscal y presidente del Perú, don Luis José de Orbegoso y Moncada (1795-1847), otorgó a la Ciudad del Callao el lema: La Fiel y Generosa Ciudad del Callao, Asilo de las Leyes y de la Libertad, con ocasión de la Convención Nacional presidida por don Francisco Xavier Luna Pizarro Pacheco (1780-1855), y producto del civismo chalaco en la lucha por la causa libertaria.
Medalla conmemorativa del Callao (1834)
El Escudo definitivo del Callao (en el caso que haya algo definitivo en esta vida), tiene como características: una torre almenada de la que pende el glorioso pabellón nacional, lo que representa la rendición del enemigo; un Sol radiante, que significa Libertad; la perspectiva de una mar tranquila, que evidencia un pueblo libre y los laureles inferiores laterales que es el reconocimiento a sus ciudadanos que se inmolaron en defensa de los ideales de una patria libre. Esta es, en suma, la representación del civismo y tradición de nuestro pueblo porteño.
Escudo actual del Callao
El 20 de Agosto de 1836, el Mariscal don Andrés de Santa Cruz y Calahumana (1792-1865), nombra al Callao Provincia Litoral, con autonomía propia, convirtiéndose esta fecha en su aniversario político. Sin embargo, sus celebraciones como Provincia Constitucional se realizan el 22 de abril, fecha que en 1857 la Convención Nacional aprobara unánimemente para honrar al Primer Puerto con dicho título.
La expresión  “Chim Pum Callao” a través de la historia de nuestro puerto, es el sentir y expresión de los chalacos que en grupo manifestaban su presencia en reuniones públicas. Con esta expresión iniciada por un ciudadano gritando a viva voz ¡CHIM PUM! hacía y hace que los demás chalacos presentes respondan en coro ¡CALLAO!, esto, como grito de valentía, victoria, logro, fortaleza, firmeza, convicción, orgullo, unión, etc.
Existen muchas historias sobre el origen de esta expresión, pero la que más se asocia a este sentir es la relatada por el Coronel Néstor Gambetta en su obra literaria del año 1936: “Cosas del Callao”, donde nos señala que: “Hay que observar la mala escritura de la primera palabra haciéndolo con “m”, cosa imposible gramatical y fonéticamente, porque las dos sílabas que completan el grito de guerra no están unidas, si no que forman dos palabras distintas. De allí que “Chin” y “Pun”, conserven su propia ortografía y esa fonética algo “achinada” o parecida al apellido de algún herbolario...
Respecto a su origen, fue en aquella época (1907) en que fanáticos parciales de don Alberto Secada y de don Rafael Grau, iban arrastrados por sus queridos caudillos en pos de un ideal político. Quizá si las huestes de don Alberto supieron primero del grito legendario, antes que las que obedecían y amaban a don Rafael. Pero en el transcurso del tiempo, ambas facciones lanzaban en las manifestaciones las dos primeras palabras de la frase que hoy es la voz de aliento del pueblo chalaco deportista. No interesa saber sino que entre nosotros el “Chin… Pun”, cobró vida y creció vigoroso.
Un grupo que viva a su ídolo por la Matriz, otro grupo que contesta por la plazuela 2 de Mayo. El viento que se lleva a un lado el eco y el mismo viento, voluble, que del otro lado lo devuelve. Es una platónica llamada al valor y al sacrificio por su caudillo. Se buscan los unos a los otros; nadie rehúye el encuentro; entre un mar de aplausos y de hurras, de arengas y de vivas…, se divisan ya los grupos contrarios; las gargantas enronquecen; los hombres se agrupan en torno al candidato que va adelante; los puños se alzan apretados y amenazantes; las distancias se acortan; estalla la tempestad con furor desconocido, y de pronto suena el silbido escalofriante de un disparo que sale de la boca de humeante pistola; se escuchan disparos por varias partes… Pero no todos los disparos van al aire; un hado fatal ha doblado los férreos músculos de uno o más entusiastas que se desploman en uno o en otro bando. Los ayes de dolor apagan la fuerza de la voz vibrante. Algunos cayeron y yacen tendidos, porque las trayectorias de las balas fueron horizontales y a muy pocos centímetros del suelo.
Las gentes, al comentar estas luchas, entre “machos”, las referían con la escena del... “Chin Pun…”, y estas únicas palabras servían para designar que había ocurrido un choque en el que hicieron tiros al aire o al bulto… Hoy hubo “Chin...Pun”, decía a su comadre una vecina del Callejón del Pueblo, u otra que más allá comentaba los resultados de la jornada en la que había tenido destacada actuación fulano o zutano, fogosos elementos locales dados íntegros por sus candidatos.
Después, los fanáticos deportistas que en todo tiempo han formado las barras del “Atlético Chalaco”, al acompañar a sus favoritos en la contienda, con sus valientes rivales de la capital, no dejaban de llevar consigo algunos medios de hacer “ruido”,  oyéndose a menudo como corolario del “Chin Pun” el tronar de un petardo que causaba nerviosidad en quienes no sabían ni vislumbraban de dónde salía el polvorazo. Entonces, por sí solo se añadió a la palabra “Callao” y tomó forma y fondo, el grito ahora histórico de...”Chin….Pun….Callao”, que abarcaba el nombre del club y del puerto. A los gritos de “¡Viva el Atlético Chalaco!”, o de “¡Viva el Buenos Aires, Callao!”, o de “¡Viva el Jorge Chávez, Callao!”... Al ¡Viva!, se impuso el “¡Chin… Pun…Callao!”
Otros han tratado de igualar o de plagiar esas clarinadas del deportismo chalaco, pero no lo han conseguido, porque copiado resulta ridículo y no responde al énfasis que cada porteño sabe poner en ellas en el momento en que las lanza para llevar al atleta que disputa el triunfo, ese soplo vivificante y reparador que los transforma en el instante álgido de la lucha; y rehaciéndolo, lo conduce a la victoria, cuando se presume el peligro de la derrota.
Chin… Pun”, no es, pues, un grito importado de fuera ni tomado de extraña institución. No es cierto que lo hayamos tomado de extraña institución. No es cierto que lo hayamos hecho nuestro a raíz del arribo de la Fragata Argentina “Presidente Sarmiento”, allá por el año 1912, como lo afirman algunos muy dispuestos siempre para otorgar al extranjero iniciativas, honores, talento, restándole al nacional todas sus condiciones, virtudes y saber. “Chin …Pun”, es nuestro; es una exclamación que brota espontánea y resuelta del pecho del aficionado chalaco, que supo adaptarla al oírla, cuando se ponía a prueba el valor y el buen nombre de sus caudillos que disputaron leal y caballerescamente el éxito en el ánfora y fuera de ella, inculcando las convicciones que heredaran, y dejándolas luego como atávica ley a su pueblo, a este pueblo chalaco, siempre libre, siempre rebelde, siempre noble, siempre activo…”
Callao Querido considera muy interesante las explicaciones de don Néstor Gambeta respecto a la expresión CHIN PUN CALLAO (con enes finales), y, lógicamente, respeta su opinión a la vez que se reserva ofrecer en otra oportunidad otros enfoques y otros dictámenes.
Mitin Político en los años 30 en el Jr. Constitución
La expresión musical de nuestra historia e identidad se refleja a través de nuestro Himno al Callao, el cual como resumen de nuestra historia se entona en las actuaciones cívicas. Aquí debemos reflexionar acerca de la originalidad de las letras de nuestro himno, que a través de la historia no ha sido aceptada su creación en el siglo XIX.
En el año 1866, por decreto supremo se estableció que la “Canción Chalaca” cuya letra compuesta por Don Ricardo Palma, sea entonada en las celebraciones de las Fiestas Patrias de ese año y en adelante en toda celebración de actividad pública en la Provincia Constitucional del Callao, cuya letra transcribimos a continuación:
CANCIÓN CHALACA
CORO
Paz al pueblo que acata las leyes
Gloria al pueblo que supo jurar
Tumba ser de tiranos y reyes
Que lo quieren sin fe dominar.
PRIMERA ESTROFA
Alza pueblo chalaco la frente
Que la luz de los libres, divina,
De tus aras la marcha ilumina
Y te anuncia feliz porvenir.
Si atrevido trocarte en esclavo,
Intentase tirano cobarde,
De patriótico arrojo haz alarde,
Prefiriendo a tal mengua morir.
SEGUNDA ESTROFA
De discordias civiles los hechos
No consigne en sus hojas tu historia,
Porque cifra el chalaco su gloria
En la paz, el progreso y la unión.
Signo hermoso de eterna concordia,
Bicolor pabellón, te adoramos,
Y la muerte fatal preferimos
A que lo aje extranjera invasión.
TERCERA ESTROFA
No a ser sierva de reyes se humilla
Quien venció a las legiones de España;
Guerra a aquél que en su estrépida saña
Atentase a la patria deidad.
Tú no tienes ¡Oh pueblo invencible!
Más señor que la ley justiciera,
Y has jurado al alzar tu bandera
¡Libertad, Libertad, Libertad!
 
 
Don Ricardo Palma 1833-1919
El 20 de Agosto de 1936, se entonó la nueva versión del Himno Oficial del Callao, compuesto por Micaela Gonzáles Andréu, ganadora del concurso promovido por la Comisión Pro-Primer Centenario de la Autonomía Política del Callao, que presidió el Comandante don José C. Valega, alcalde de la Provincia en ese tiempo.
A este concurso se presentaron varios músicos chalacos; realizándose las selecciones musicales en el domicilio del Dr. Teodoro Casana Robles, pues la familia tenía piano, saliendo elegida la composición presentada por la profesora Srta. Micaela Gonzáles Andréu, nacida en El Callao, precisamente el 20 de agosto de 1914 -(información publicada en el diario “El Universal”, fechado en agosto de 1936)-. La Comisión del Concejo mandó imprimir una cantidad de partituras para piano, que fueron repartidas en las escuelas de segundo grado. La Banda de Músicos de la Escuela Naval del Perú se encargó de la instrumentación para veinte instrumentos. El Concejo Provincial del Callao solicitó del Ministerio de Educación que diera permiso a un grupo de profesores de música y canto con objeto que colaborara con la autora en la enseñanza del Himno Chalaco. La primera Escuela que recibió a la Comisión de Enseñanza fue la Escuela N° 474, dirigida por la Sra. Rosa Taramona de Taboada, donde trabajaba la Srta. Ana La Hoz de Mendoza, de muy buena voz, la que colaboró con mucho cariño en la preparación del himno y aún en la actualidad, cuando este himno cumple 50 años de creado, sigue colaborando y brindando su apoyo en su difusión total. El día inaugural se solemnizó en la Plaza Grau y los alumnos asistentes de todas las escuelas del Callao cantaron el himno acompañados por la Banda de la Escuela Naval del Perú, cuya letra transcribimos a continuación:
HIMNO AL CALLAO
Salve Puerto que al son te adormeces,
cadencioso de la onda del mar.
Salve pueblo que ilustras la historia
del Perú con acciones sin par.
El Callao, El Callao,
siempre el nido será del valor.
El Callao, El Callao
de lo bello, el talento, el honor.
ESTROFA
Adornado de frescos laureles,
sustentó nuestra cuna infantil,
en nuestra alma su nombre ha esculpido
el amor hondamente el buril.
Para ornar sus caminos las flores,
pocas son del peruano pensil
el camino que lleva a la gloria
que abre en mayo este pueblo viril.
 
Callao Querido considera muy importante que nuestros lectores evalúen el mensaje que representa cada una de estas letras de canciones dedicadas al Callao y saquen sus conclusiones de cual de estas composiciones se adaptan más a nuestra historia y como tal merezcan ser el verdadero himno del Callao.
Hoy en día, en circunstancias que la educación escolar adolece de la formación de valores cívicos y ético-morales, nuestra Provincia Constitucional se ve tremendamente desorientada ante el desorden urbanístico y atentado contra la belleza y ornato de la ciudad originado por las pintas que nuestras autoridades locales realizan a favor de su partido e, incluso, hasta de su propia persona, pintarrajeando los lugares más recónditos, confundiendo a la ciudadanía (sobre todo a los niños y a jóvenes) con sus embadurnamientos políticos de ejecución de obras y mensajes partidarios de dudosa virtud.
El color verde y amarillo, institucionalizado políticamente
 por las autoridades chalacas hace 15 años
 
El color verde y amarillo, institucionalizado políticamente
 por las autoridades chalacas hace 15 años
 
Reflexiones para los chalacos
¿Quiénes subvencionan ese tipo de pintas que lo único que hacen es vender subliminalmente los colores políticos de campañas electorales? ¿El valor de estos deterioros los cubre el fondo municipal o regional? ¿Es correcto que las autoridades empleen fondos públicos para su auto propaganda? ¿Es correcto que, ocupando cargos públicos teóricamente inviertan dinero de su bolsillo, público o privado, para su autopromoción? ¿Es aceptable que ciertas autoridades se aprovechen hasta de los carnets de la Biblioteca Municipal, de la vestimenta de los empleados de baja policía y de los camiones cisterna para colocar su propio nombre? ¿Es correcto todo esto, preguntamos? Además: ¿Cuál es la formación que tienen los estudiantes sobre los emblemas, colores institucionales e historia de nuestro Callao? ¿Existe dentro del ámbito escolar plan curricular educativo y de temas relacionados a la identidad chalaca y de los valores ético-morales?
Frase que etimológicamente es patrimonio de la Historia del Callao
Como última cuestión: ¿Es correcto que una frase emblemática e histórica, patrimonio del Callao, haya sido acaparada como divisa política, a tal extremo que en los actos oficiales públicos se halle impedida de ser utilizada como expresión de coraje por parte de los chalacos?
Todas estas interrogantes se hacen los ciudadanos de nuestra Ciudad Primer Puerto de la República del Perú, aquéllos que identificados con nuestra historia porteña abogamos por la finalización de tamaño atropello cultural a nuestro Callao querido.
De manera pacífica, alturada, nos anima y alienta el ideal de chalaquizar y moralizar al Callao.
Tenemos el propósito de no abdicar hasta lograr un dispositivo legal que prohíba tal tipo de abuso institucionalizado:
- ¡NO A LAS PINTAS POLÍTICAS EN NUESTRAS CALLES CHALACAS! ...
- ¡PROTEJAMOS EL ORNATO Y RESPETABILIDAD PÚBLICOS DEL CALLAO, QUE ES PATRIMONIO DE TODOS SIN EXCEPCIÓN!
- ¡RECUPEREMOS COMO PATRIMONIO CULTURAL NUESTRA EXPRESIÓN "!CHIN PUN!...CALLAO!"
- ¡RESPETEMOS LA ORIGINABILIDAD DE NUESTRO HIMNO, RECONOCIENDO EL APROBADO POR ACUERDO MUNICIPAL, CUYO AUTOR ES DON RICARDO PALMA! 
Protesta de cultores del arte graffiti en El Callao,
reclamando el cese de las pintas políticas en nuestra Ciudad Portuaria
 
Nota Editorial del lunes 05 de noviembre del 2012.
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
 

 
 
 

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