Al final
del siglo XIX, ya se podía distinguir con claridad, quién había sido el
verdadero triunfador de la GUERRA DEL PACIFÍCO: emergía nítida la presencia
ECONÓMICA de Inglaterra, como el principal beneficiado de esta cruenta guerra.
Contralaban
el Puerto del Callao, y la mayoría de puertos del Pacífico y el Atlántico,
puerta obligada de entrada y salida de bienes y recursos para el comercio
internacional. A la vez, la demanda mundial se centraba en dos apetecidas gemas
de la época, productos de estas tierras y, codiciadas en el mercado europeo y
norteamericano, el ALGODÓN y el AZÚCAR, que los barcos ingleses llevaban,
distribuían, comercializaban y beneficiaban de las inmensas ganancias.
La CASA
GRACE y la DAVID DUNCAN operaban tanto en El Callao como en Valparaíso, y
monopolizaban las importaciones y exportaciones
El Perú,
durante el virreinato no tenía INDUSTRIA nativa, y se les permitía a los peruanos
y extranjeros radicados sólo productos artesanales, prohibiendo toda inmersión
en la manufactura tecnificada, que era privilegio de España para su
comercialización y distribución de sus productos de España y de Europa al Perú
.
Así, nos
recibió la República después de la independencia colonial; y así, permaneció
mucho tiempo hasta ya fines del siglo XIX
Con el
empuje industrial en Europa, las maquinas de vapor y ferrocarriles, parte de la
tecnología de los tiempos se estableció en nuestras costas, siendo la TEXTIL la
más importante y productiva en orden a la maquinaria existente; con ella, en el
Perú de la época coexistían las fábricas de velas, galleterías, panaderías e
imprenta.
Siendo
así que con la maquinaria si bien llegó un avance, también se amplió la
sobre-explotación: los trabajadores laboraban en horarios mayores de 14-16
horas, ello con beneficios nulos ni atención sanitaria, que era crítica, con
maquinarias pesadas, y trabajando a producción completa.
Desapareciendo
ya la población artesanal y comercial de nuestras costas, el movimiento del
comercio absorbía toda la mano de obra, y las condiciones de trabajo se hacían
insostenible por los accidentes, muertes, maltrato a los obreros y operarios;
tanto en el PUERTO del Callao como en la zona industrial de Vitarte, y la costa
norte agrícola por excelencia (Fuentes del azúcar-algodón para el extranjero).
Ya desde
finales del siglo XIX las corrientes de pensamiento ANARQUISTA se hicieron
sentir en nuestra playas, y en ellas, dentro del sector obrero, son los
inmigrantes italianos pobres y/o exilados los encargados de la propagacion de
estas ideas, y, por el lado intelectual, MANUEL GONZÁLES PRADA se convierte en
el filósofo, pensador y crítico del sistema existente, naciendo así las luchas
obreras en nuestro país.
Si bien
el movimiento anarquista llevo sus luchas desde los 1890 hacia adelante, fue en
el 1904 cuando los TRABAJADORES PORTUARIOS del CALLAO movilizan a trabajadores
de fábricas aledañas y, con un paro del PUERTO, hacen conocer sus demandas al
gobierno de turno, reclamaciones entre cuyas exigencias figuraban ASISTENCIA
MÉDICA por enfermedad e INDEMNIZACIONES por accidentes de trabajo. Ya en
Lima desde 1896 los trabajadores de VITARTE habían incluído entre sus
exigencias la ley laboral de las 8 horas, que también fue bandera de los
chalacos en el 1904.
Puerto de Fleteros en el Muelle Darsena
/ Archivo Humberto Currarino – del Callao
Por
motivos de pliegos laborales y demandas el paro duró casi 30 días, con las
correspondientes represión del gobierno y detención de líderes y trabajadores,
hasta que en una manifestación reprimida a sable y a tiros CAE el obrero
FLORENCIO ALIAGA, chalaco, convirtiéndose en la primera víctima del Perú.
Los
portuarios chalacos del DÁRSENA exigían mejoras salariales, jornada de ocho
horas. Un año después en VITARTE, el 01de MAYO, la FEDERACIÓN DE OBREROS
PANADEROS “ESTRELLA DEL SUR” reivindica el sacrificio del compañero caído en el
mismo homenaje a los mártires de Chicago
Fue este
movimiento en el CALLAO que se selló con un triunfo parcial a sus demandas, el
que motivó para acrecentar la organización obrera y la difusión de ideas. Las
luchas continuaron y se ampliaron en todo el Perú, hasta que un 13 de
enero de 1919, en LIMA, El CALLAO y casi todo el Perú, a partir de las 04.00 de
la mañana, se inicia un PARO GENERAL .
Tráfico
paralizado, cerradas fábricas y talleres, enfrentamientos sangrientos, con
muchos heridos de por medio; se sabotea el alumbrado; todos los puertos del
país quedan inmovilizados.
Ante esta
circunstancia, el gobierno expide un DECRETO SUPREMO proclamando para todo el
país LA JORNADA LABORAL DE 8 HORAS.
Va con esta reseña mi homenaje más sentido a
todo el pueblo peruano luchador, que hoy ha perdido muchos de los beneficios
alcanzados por los trabajadores que nos precedieron.
Jornaleros Portuarios del Muelle Darsena
/ Archivo Humberto Currarino – del Callao
Sé, y
comparto el esfuerzo en todo el país, por la derogatoria al trabajo eventual,
establecido por el neoliberalismo de Fujimori, y sostenido hasta la fecha:
recortes de derechos en la jubilación e inestabilidad del trabajo, más los
abusos actuales por las contrataciones temporales
¡Por un
Perú con oportunidades para todos!,
¡¡CHIN
PUM CALLAO!!, por momentos mejores
Darío
Alberto Zúñiga Bustamante
Vecino de LA PERLA
desde Toronto-Canadá
Excelente aporte. La historia de nuestro Perú es de lucha constante.
ResponderEliminarLa jornada de las ocho horas de trabajo, se conquista por primera vez en el Perú en la provincia Constitucional del Callao en enero de 1916, por decreto del presidente Billinghurst, el resto es historia; hablemos que fue un largo proceso de lucha iniciado en Chicago en 1886 y es incorrecto hablar de hecho parcial.
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